Buscaba palabras
cálidas, breves
y sólo encontré silencio.
Silencios de los que soy amante
el tuyo torna insoportable
sombra, que me nubla.
Nublados cielos de metal
acechando párpados y labios
esclavos de ver, de anhelar.
Anhelantes rocas desnudas
salpicadas de viento y espuma
embriagadas en su alma de siglos.
Cien años persiguiéndote
en silencio frío, eterno
con palabras, te buscaba.
El silencio habla, el silencio late, desde el silencio se escuchan las palabras sin pronunciarse.
ResponderEliminarBellísima tu entrada.
Un beso.
Y es que a veces el silencio abarca todas las palabras...
ResponderEliminarUn beso.
Un café y un pensamiento y, a veces, salta la chispa.
ResponderEliminarPreciosa y delicada poesía...
ResponderEliminarUn beso