Ahí estoy, tumbado
armado de cerveza,
música y silencios.
Los ojos en vela
perdidos a tres metros
sobre mi.
Sin fuerzas,
encarcelado por palabras
sin sonido.
Ahí estoy
entre sorbo y sorbo.
Preguntándome.
A veces cruzas la línea,
la que nunca habrías imaginado
tentando a la suerte
preguntándome
¿Cómo he podido ser tan estúpido?
Sé que no voy a dormir
por fuerte que cierre los ojos
y ahí estoy, tumbado
armado de cerveza,
música y tu silencio.
viernes, 30 de marzo de 2018
jueves, 29 de marzo de 2018
Derrotas cotidianas
He triunfado, un día más, en la derrota
de vivir alejado de tu abrazo
de dormir sin tus besos y tus risas
de sudar sin tus muslos y tus manos.
De contar lo que nunca has escuchado
de gritar lo que nadie te ha contado
de sonreir cuando no estabas mirando.
He caído rendido ante tus ojos
condenado un día más a la derrota.
de vivir alejado de tu abrazo
de dormir sin tus besos y tus risas
de sudar sin tus muslos y tus manos.
De contar lo que nunca has escuchado
de gritar lo que nadie te ha contado
de sonreir cuando no estabas mirando.
He caído rendido ante tus ojos
condenado un día más a la derrota.
sábado, 24 de marzo de 2018
Vértigo y furia
No quiero ser un frío precipitado
sino venas henchidas y salvajes
y vértigo y furia y lágrimas azules.
Y si he de ahogarme, que sea entre tus muslos
porque el resto no tiene sentido.
sino venas henchidas y salvajes
y vértigo y furia y lágrimas azules.
Y si he de ahogarme, que sea entre tus muslos
porque el resto no tiene sentido.
viernes, 16 de marzo de 2018
Perfume
Contemplo tus dedos
perfumados
de ti y de mi.
Y un suspiro
y un te quiero.
Y un adiós
y un recuerdo.
perfumados
de ti y de mi.
Y un suspiro
y un te quiero.
Y un adiós
y un recuerdo.
viernes, 9 de marzo de 2018
Cada domingo
Me acostumbré a caminar a solas
entre las piedras medievales
a la luz de las farolas
y las miradas felinas.
Me acostumbré a dejar mi mente libre
al ritmo de pasos tranquilos
recorriendo episodios
de otra noche más.
Me acostumbré a abrir las ventanas
incluso en el amanecer más gélido
imaginando la brisa
como una parte de ti.
Me acostumbré a amarte
estando solo
entre piedras medievales.
entre las piedras medievales
a la luz de las farolas
y las miradas felinas.
Me acostumbré a dejar mi mente libre
al ritmo de pasos tranquilos
recorriendo episodios
de otra noche más.
Me acostumbré a abrir las ventanas
incluso en el amanecer más gélido
imaginando la brisa
como una parte de ti.
Me acostumbré a amarte
estando solo
entre piedras medievales.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)