El mundo desaparecía
intranscendente
mientras recorría
el desierto
dibujado entre las líneas rectas
de tu cama
y las mil curvas soñadas
de tu cuerpo.
Cuando los labios
se resecan
y todo el cuerpo
se inflama
el paseo donde sólo importa
lo inmediato
el camino donde el sudor
es tu amigo.
Mil días en el desierto
buscando un oasis.
ánimo...
ResponderEliminaraunque tal vez me tendrían que animar a mi
un rayito de esperanza para hacer frente a un nuevo desierto
tal vez algunas personas estamos hechas de una materia especial que nos hace resistir mas que los demás
Donde sólo importa ese instante, ese momento que allí se hace eterno.
ResponderEliminarUn beso.
:-) por eso merece la pena la travesía por el desierto...
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