Todo el mundo que importa
se redujo a cuatro letras.
Las calles fueron senderos
árboles los edificios
los grises se hicieron verdes
los negros se hicieron azules.
El silencio fue suspiro
y el suspiro se hizo música.
Ahora quiero contarte
que todo lo demás no importa
que cuatro sólo son dos más dos
que ocho sólo son cinco más tres.
Y que los grises se hicieron verdes
y los negros se hicieron azules.
Que sólo deseo ser agua
para mojar cada hoja del bosque
los días de lluvia
para saciar sus venas
los días de sol
para hundirme en sus raíces.
Y que el silencio fue suspiro
y el suspiro se hizo música.
Y la nada ya lo es todo
y que todo lo que importa
se redujo a cuatro letras.
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