domingo, 21 de octubre de 2018

Ríos

Aquel río
rebelde
se empeñó en alcanzar la montaña
impetuoso
como orquesta de guitarras
abrasando cuerpos y gargantas.

Desafió su naturaleza
saludó árboles conocidos
reconoció rocas del pasado
acarició hierbas y peces.

Ascendió
ascendió hasta fallarle las fuerzas
recordando cada minuto
de los últimos mil años.

Desbordado, agotado, consumido
se dejó morir rozando la cima
vencido por lo imposible.

Y una vez más
saludó a árboles conocidos
reconoció rocas
acarició hierbas y peces...

lejos de la cima.




2 comentarios:

  1. Pero lo hizo... no se venció antes de intentarlo, y así fue que lo logró... es allí donde está el mérito.

    Un beso.

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