Ahí estoy, tumbado
armado de cerveza,
música y silencios.
Los ojos en vela
perdidos a tres metros
sobre mi.
Sin fuerzas,
encarcelado por palabras
sin sonido.
Ahí estoy
entre sorbo y sorbo.
Preguntándome.
A veces cruzas la línea,
la que nunca habrías imaginado
tentando a la suerte
preguntándome
¿Cómo he podido ser tan estúpido?
Sé que no voy a dormir
por fuerte que cierre los ojos
y ahí estoy, tumbado
armado de cerveza,
música y tu silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario