No te preguntes
como pudo aparecer un ángel
mientras revolvías el café.
Eso es lo menos importante.
Sólo bésale.
Que nada importe
cuando miras distraída
a los cientos que te rodean
que apenas tienen rostro.
Sólo mírale a los ojos.
No te preocupes
mira esa revista de moda
en tu cafetería favorita
imagina esos zapatos.
Sigue sus pasos.
¿Otro café?
¿Y por qué no?
Sigue la lluvia.
No lo pienses.
Agarra su mano.
¿Y por qué no?...
ResponderEliminarUn beso.
:-)
EliminarYo me agarro a la mano de tus letras.
ResponderEliminarBesos.
No te sueltes.
EliminarNo. No me soltaré :-).
EliminarSimplemente precioso. Agarra la mano del poeta y no la sueltes. Nunca dejes de escribir.
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