¿Te has atrevido a preguntar
a quien gritan los ángeles?
¿Si son felices? ¿Si te envidian?
¿Y si yo pudiera contestarte?
Sentarme contigo, compartir un café
y contarte que perdería mis alas
por caminar descalzo a tu lado,
por pisar cada charco del camino
y desangrarme en tus heridas.
¿Si te confesase que nada es casual?
Que elegí mi destino, caer en la trampa
bailar desnudo a la luz de tu sombra
extender los brazos y rozarte levemente
recrear la vida y la muerte cada noche
en una caótica sinfonía.
Si un día te atreves a preguntar
yo te daré la respuesta.
Yo también tengo una respuesta...
ResponderEliminar¿Y es bueno revelarla?
EliminarMuchas veces se teme preguntar, porque muchas veces se ha enfrentado a respuestas que no eran lo esperado, a palabras muy bonitas que encerraban crueles mentiras... entonces no preguntas y esperas...
ResponderEliminar...y tal vez, sea la forma de obtener las mejores respuestas.
Bentornato... mis besos.
A veces la espera también es una respuesta.
EliminarY qué decir?...;)
ResponderEliminarShhhh... espejito...
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