miércoles, 18 de enero de 2017

Óxido


Se me oxidan los labios
de esperarte,
yo que tengo la eternidad
para hacerlo.

Cierro la boca
¿Qué podría decir
que no sepan todos ya?
¿Qué podría decirte
que tú no te imagines?

Un cigarrillo en mis dedos
una fingida indolencia.
La tormenta está oculta
como tantos otros días.

Puedo espiarte mil años
como un vulgar criminal.
Ser una miserable mentira
que se apaga en tu pecho.

Desde tan lejos
nunca verás mi camiseta rota
ni la sangre de mi pecho.
No conocerás el frío.

Cierro la boca
¿Qué podría decir
que no sepan todos ya?
¿Qué podría decirte
que tú no te imagines?

No permitas
que el tiempo me derrote.
No imagines
lo que voy a decirte.

















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